CANCÚN POR LIBRE


¡¡¡ VIVA MÉXICO, CABRONES !!!




Cancún, conocido por sus playas paradisíacas, aguas cristalinas y arrecifes de coral, es frecuentemente asociado con lujosos resorts y la zona hotelera. Sin embargo, nuestro viaje a Cancún nos llevó por un camino diferente. Decidimos alejarnos de los hoteles de cinco estrellas y hospedarnos en un barrio local, conviviendo con los mexicanos y descubriendo una Cancún más auténtica y vibrante. Este enfoque nos permitió experimentar la verdadera esencia del lugar, explorando su vida cotidiana y cultura de una manera más íntima y enriquecedora.


ITINERARIO

Día 1: Llegada a Cancún

Día 2: Compras + Mercado 28 + Parque Kabah

Día 3: Cenote Lucero Verde + Puerto Morelos + Palapas

Día 4: Mercado 26 + zona hotelera

Día 5: Cozumel

Día 6: Isla Mujeres

Día 7: Recorriendo Cancún

Día 8: Valladolid

Día 9: Isla Contoy

Día 10: Tulum

Día 11: Mercado 28 + tattoo

Día 12: vuelta a casa


Nuestro viaje a Cancún fue una mezcla de improvisación y pura diversión. En lugar de hospedarnos en la famosa zona hotelera, optamos por vivir como los locales en una acogedora casa de alquiler que encontramos en Airbnb. Esta elección transformó nuestra experiencia, llevándonos más allá de los resorts y sumergiéndonos en la auténtica vida mexicana.

Nos negamos a encerrarnos en un hotel; para nosotros, un viaje se trata de experimentar la cultura en su esencia. Nos aventuramos a adentrarnos en la vida cotidiana, fusionándonos con la gente local y empapándonos de sus costumbres. Al principio, había cierto temor debido a las historias sobre la inseguridad en México, pero pronto descubrimos que esas preocupaciones eran infundadas. Caminábamos por las calles y mercados con la misma tranquilidad que en cualquier otra ciudad, y nunca nos sentimos en peligro ni observados. Nos acogieron con calidez, compartiendo con nosotros su rica cultura y tradiciones.


DÍA 1: LLEGADA A CANCÚN

Llegamos por la noche y nos dirigimos directamente a descansar. La casita que alquilamos superó nuestras expectativas: costó 215 euros por 11 noches y contaba con dos dormitorios dobles, un sofá cama en el salón, un baño con ducha, una cocina equipada, televisión y WiFi, además de una piscina comunitaria y un pequeño jardín. Si decides escapar de la zona hotelera y vivir una auténtica aventura en Cancún, te recomendamos buscar un alquiler en una zona de gama media-alta. Evita las opciones más económicas, ya que suelen estar en áreas menos seguras.




Día 2: MERCADO 28 + PARQUE KABAH

El jet lag nos despertó al amanecer, y a las 6 de la mañana ya estábamos en pie, listos para comenzar el día. Desayunamos en uno de los bares cercanos a nuestra casa, elegido por su ambiente acogedor y su pinta prometedora.

Cuando la ciudad se animó y las tiendas abrieron, fuimos al supermercado para abastecernos de productos para el desayuno y prepararnos para alguna barbacoa casera. El supermercado estaba a solo 10 minutos a pie de nuestro alojamiento.

Lamentablemente, no podemos proporcionar la dirección de la casa que alquilamos, ya que no está disponible para alquiler vacacional en este momento.



















Después de hacer la compra, nos dirigimos al Mercado 28, un vibrante mercado local en San Miguel de Allende, 28. Este es el lugar ideal para sumergirse en la auténtica vida de Cancún, ya que rara vez encontrarás turistas por aquí. Nosotros éramos prácticamente los únicos extranjeros en medio de un bullicio de locales.

El mercado está repleto de pequeños puestos que ofrecen una impresionante variedad de productos: souvenirs, ropa, joyas, tequila, artesanías, máscaras de lucha libre, gorros mexicanos, condimentos y mucho más. La experiencia puede ser un poco abrumadora, ya que cada vendedor intenta que entres a su tienda, pero esto es parte del encanto. Si buscas algo específico, es muy probable que lo encuentres aquí, y si no, ¡te lo pueden hacer a medida!

Aunque el regateo es una práctica común en Cancún, los productos con precio fijo no son negociables. Un imán puede costar solo unos céntimos, y una camiseta alrededor de 3 euros. Para todo lo que no tenga un precio visible, siéntete libre de negociar.

Si estás alojado en la zona hotelera y quieres visitar el mercado, hay autobuses cada 10 minutos desde los hoteles que te llevarán directamente a la entrada del mercado. Si decides ir en taxi, asegúrate de acordar el precio del trayecto antes de subir para evitar sorpresas.

Para los valientes que alquilan coche, te recomendamos usar el GPS en tu móvil para llegar sin problemas. Conducir por el centro de Cancún puede ser una aventura, con normas de circulación que parecen improvisarse sobre la marcha. Aquí aprendimos a "CRUZAR A LA MEXICANA", una aventura en sí misma.

Dentro del Mercado 28 también encontrarás varios locales de comida que ofrecen platos locales deliciosos. Deja que los camareros te recomienden los mejores platos, como los tacos al pastor o unos sabrosos nopalitos. Y no olvides probar unos topitos con guacamole para abrir el apetito.


















Por la tarde nos dirigimos al Parque Kabah, situado en la Avenida Nichupté, 13. Este extenso parque de 41 hectáreas es un oasis verde con entrada gratuita y es un lugar muy querido por los locales, que lo utilizan para practicar deporte y disfrutar de la naturaleza.

Recorrer el Parque Kabah es una delicia para los sentidos. Mientras paseas, te encontrarás con una sorprendente variedad de flora y fauna. Coatís, ardillas, numerosas especies de aves, tejones, patos, lagartos y tortugas viven libremente en este entorno, adaptándose perfectamente a su hábitat. El parque, que fue la primera área natural protegida de la ciudad y sigue siendo la mayor del municipio de Benito Juárez, ofrece un vistazo a la biodiversidad local en su máxima expresión.

Una de las curiosidades del parque es el Museo de la Casa Maya, donde puedes explorar fotografías y réplicas de viviendas mayas, conociendo la fascinante forma de vida de esta antigua civilización. Además, el parque alberga el campamento chiclero, un rincón que muestra aspectos de la vida tradicional.

Los fines de semana, el parque se llena de actividades como talleres de pintura, yoga, tai chi, papiroflexia y educación ambiental, ofreciendo una experiencia enriquecedora para los visitantes.

Durante nuestra visita, conocimos a un simpático coatí que, aunque pedía agua a los turistas, tenía un pequeño temperamento: si te acercabas demasiado, te daba un mordisco como recordatorio de mantener la distancia. A pesar de su carácter, era un encanto de animal y una divertida anécdota de nuestro paseo.




Para concluir el día, nada mejor que disfrutar de una cena en una taquería con mariachis, donde nos deleitamos con un festín de sabores auténticos. Tacos al pastor, nepalitos, cochinita pibil, totopos con guacamole, y zumos recién licuados que nos hicieron recordar la frescura que solo los ingredientes locales pueden ofrecer. ¡Cómo extrañamos esos zumos! Un camarero, amable como pocos, nos dio la receta para hacerlos en casa, pero hasta ahora no hemos logrado igualar el sabor único de los de allá. Quizás es la jugosidad de la fruta en México la que hace toda la diferencia.

Una anécdota curiosa de la noche fue nuestra inesperada compañía. Nos encontramos cenando al lado de una mesa con personajes bastante peculiares: capos de la droga y sus familias. Las pistolas sobre la mesa y los coches que no dejaban de dar vueltas por la manzana eran detalles que llamaban la atención. Sin embargo, su presencia tuvo un efecto inesperado y positivo: su generosidad con los mariachis garantizó que la música no parara ni un minuto, creando una atmósfera vibrante y festiva que hizo que nuestra cena fuera aún más memorable.




DÍA 3: CENOTE LUCERO VERDE + PUERTO MORELOS + PALAPAS

Para sumergirte en la magia de la naturaleza, no puedes dejar de visitar el cenote Lucero Verde. Ubicado a una hora de Cancún, por la carretera que une Leona Vicario con Puerto Morelos, este cenote es una joya escondida en la famosa Ruta de los Cenotes. Lo que hace a Lucero Verde especial son sus impresionantes acantilados de 7 metros de altura, perfectos para lanzarse al agua con la adrenalina a tope desde dos plataformas naturales habilitadas. Además, el cenote ofrece tirolina, vegetación exuberante y la presencia de macacos que añaden un toque salvaje a la experiencia.

Los cenotes son tesoros únicos de México, formaciones de agua dulce en medio de la selva. La península de Yucatán alberga más de 7.000 cenotes, cada uno con su propio carácter, ya sean abiertos, semi-abiertos o cerrados. Estas depresiones geológicas están conectadas por túneles subterráneos y, para los mayas, eran considerados lugares sagrados para sacrificios y rituales, incluyendo los humanos. En estos ecosistemas puedes encontrar especies fascinantes como el pez ciego de Yucatán y la anguila ciega.

Lucero Verde destaca por su agua cristalina y la amplia vegetación acuática que le da un hermoso tono azul verdoso. Al no ser un cenote muy visitado por turistas, garantiza una experiencia más tranquila y auténtica.

Si tienes tiempo para explorar más cenotes en tu viaje por Quintana Roo, te recomendamos el Gran Cenote, IK Kil y el Cenote Dos Ojos, todos ellos igualmente espectaculares y dignos de una visita.





































Tras nuestro refrescante chapuzón, nos dirigimos a Puerto Morelos, nuestro siguiente destino. Este encantador pueblo costero de pescadores, ubicado entre Cancún y Playa del Carmen, es un auténtico refugio alejado del bullicio turístico. Aquí, el turismo internacional casi no se hace presente, lo que añade un toque genuino al lugar. Durante nuestra visita, no encontramos a ningún extranjero, lo que hizo que la experiencia fuera aún más auténtica.

Históricamente, Puerto Morelos tenía una economía centrada en la producción de chicle. Los mayas fueron pioneros en la fabricación de este chicle natural, blanco y sin sabor ni azúcar, que ellos dominaban con maestría.

El pueblo se extiende frente a un mar de un azul profundo y verde vibrante, con un suave oleaje que acaricia la fina arena blanca. Los grandes arrecifes de coral, situados a solo 400 metros de la costa, son perfectos para el buceo, ofreciendo una inmersión en una rica vida marina. Quintana Roo alberga la segunda barrera de coral más grande del mundo, y desde aquí, puedes acceder a ella fácilmente.

En tierra firme, Puerto Morelos te ofrece una variedad de tiendas de artesanías y restaurantes locales donde podrás degustar los mejores platos del mar. Si buscas una experiencia más aventurera, la selva circundante es ideal para explorar a caballo, en quad o en bicicleta de montaña. Podrás descubrir la fauna en su hábitat natural, explorar cenotes y maravillarte con ruinas arqueológicas.





Frente al Restaurante Los Pelícanos, donde disfrutamos de una deliciosa comida, se encuentra una playa de arena blanca realmente encantadora. La vida marina aquí es vibrante, especialmente si llevas tu equipo de snorkel. En esta playa, incluso tienes la oportunidad de avistar tortugas, ya que el municipio es un sitio preferido por ellas para anidar.

Para culminar el día, te recomendamos visitar Las Palapas, un mercado nocturno vibrante compuesto por puestos de madera que ofrecen platos típicos de la región, música en vivo y tiendas de artesanías a precios accesibles. Es el lugar perfecto para disfrutar de una auténtica cochinita pibil y un refrescante zumo de sandía en un ambiente acogedor. El mercado cuenta con mesas grandes y escenarios animados, rodeados de pequeños puestos de comida donde los locales se reúnen todas las noches. Ubicado en el centro de Cancún, es fácil de alcanzar en taxi, con un costo que no debería superar los 100 pesos por trayecto.


DÍA 4: MERCADO 26 + ZONA HOTELERA

Para asegurarnos de que no nos faltaba ninguna experiencia turística, decidimos pasar la tarde explorando la zona hotelera. Pero antes, hicimos una parada en el Mercado 26. Este mercado, dedicado exclusivamente a productos frescos y sin turistas, resulta ser uno de los más antiguos de la ciudad. Aunque el fuerte olor de la comida puede ser abrumador, el mercado tiene su encanto y ofrece una visión auténtica de la vida local. A diferencia del Mercado 28, que es más variado en artesanías y recuerdos, el Mercado 26 se enfoca en comida típica y productos frescos.

Luego, nos dirigimos a la zona hotelera. Tomamos un taxi que nos dejó en la entrada por 120 pesos mexicanos. Al llegar, no pudimos evitar la clásica foto con el cartel de Cancún, aunque tuvimos que esperar 30 minutos en la cola para lograrla. Las playas de la zona son de arena blanca, pero estaban bastante concurridas y en ese momento, el sargazo (esas molestas algas que ensucian la playa) estaba presente en gran cantidad. La experiencia en la playa no resultó ser tan agradable como esperábamos.

En medio de nuestro recorrido, tuvimos un encuentro inesperado con Pancho, un cocodrilo que se había hecho famoso semanas antes por un incidente trágico que involucró a una señora y su perro. Pancho reside en una de las calas de la zona hotelera y, aunque la foto no le hace justicia, es realmente imponente. Aunque no somos aficionados al turismo de masas, cada lugar tiene su propio atractivo, y esta visita a la zona hotelera fue, sin duda, un contraste interesante con nuestra experiencia más auténtica en el resto de Cancún.


En la zona hotelera, los precios se disparan y resultan ser bastante similares a los de España. Por ejemplo, una camiseta que en el Mercado 28 costaba solo 4 euros, en la zona hotelera sube a 20 euros. La comida también es mucho más cara, con precios que igualan o incluso superan los de España.

Para regresar de la zona hotelera, optamos por el autobús público. La experiencia fue bastante peculiar: el conductor tenía la música a todo volumen, hablaba por teléfono y fumaba mientras conducía. Aunque la inseguridad en la conducción no se puede cuestionar, el viaje resultó ser una aventura en sí mismo.


DÍA 5: COZUMEL

Cozumel es, sin duda, uno de los lugares más impresionantes que hemos tenido el placer de visitar. Este rincón del Caribe nos robó el corazón con su encanto inigualable y su magia palpable. Afortunadamente, la isla no está completamente desarrollada, lo que le añade un toque especial. Aquí, el buceo es imprescindible. El fondo marino de Cozumel es uno de los más deslumbrantes del Caribe y es hogar de la segunda barrera de coral más grande del mundo, repleta de maravillas naturales y secretos mayas.

Llegar a Cozumel es sencillo. Aunque los tours organizados están disponibles en los hoteles, nosotros optamos por un método más económico: tomamos un autobús público desde la estación central de Cancún hasta Playa del Carmen y, desde allí, abordamos un ferry a Cozumel. El trayecto en ferry costó solo 5 euros por persona. Una vez en la isla, no es necesario alquilar un coche, ya que puedes recorrerla cómodamente a pie.

Al llegar al puerto de Cozumel, encontrarás numerosas ofertas para inmersiones. Aunque en Playa del Carmen te digan que solo allí puedes comprar los paquetes, en Cozumel encontrarás precios más accesibles. Los vendedores locales suelen exagerar para asustar a los turistas y que paguen más, pero con un poco de astucia, podrás evitar estos engaños. A menudo, la diferencia de precios no es tan grande si no eres estadounidense.

Nosotros hicimos dos inmersiones en la isla, cada una por 15 euros. La belleza bajo el agua es tan asombrosa que incluso dos inmersiones resultaron insuficientes. Además, el alquiler del equipo de buceo estaba incluido en el precio, lo que hizo la experiencia aún más accesible.




















Después de nuestra emocionante inmersión, decidimos explorar la isla y disfrutar de una comida bien merecida. Frente al puerto, justo al cruzar la calle, encontramos un encantador restaurante donde disfrutamos de un delicioso pescado y una fresca ensalada. El servicio fue excelente y, aunque la cuenta de 25 euros para dos personas no es la más económica para México, la calidad y el ambiente hicieron que la experiencia valiera cada céntimo.

Cozumel es conocida por su impresionante vida marina, con más de 40 puntos de buceo y considerada una de las mejores ubicaciones para el buceo a nivel mundial. Los arrecifes aquí albergan una increíble variedad de vida marina, desde tortugas y morenas hasta cangrejos ermitaños, peces sapo y tiburones. Sin embargo, la isla no se limita solo al buceo. También puedes relajarte en sus playas de arena blanca y aguas cálidas, con temperaturas que rondan los 27ºC. No olvides aplicar protección solar, ya que el sol es muy intenso.

Las playas de Cozumel son variadas, ofreciendo desde calmas y suaves olas hasta mareas más fuertes. Algunas de las playas recomendadas son Playa Encantada, Playa de las Tortugas, Playa de San Juan y Playa de Punta Morena.

Si el buceo no es lo tuyo, el snorkel es una excelente alternativa para admirar la vida marina y capturar recuerdos en fotos. Además, la isla te invita a pasear por sus pintorescas y coloridas calles peatonales, disfrutar de un helado refrescante, explorar tiendas de artesanías y saborear un zumo natural. ¡Siempre es un placer disfrutar de estos pequeños placeres!










DÍA 6: ISLA MUJERES































Isla Mujeres, ubicada a solo 13 km de la península, es un destino vacacional muy popular, conocido por sus impresionantes playas, el snorkel y el submarinismo. Aunque el snorkel es más común en esta isla, el punto llamado El Faro, con su vibrante vida marina, es una parada obligatoria para los amantes del mar.

Para llegar a la isla, tomamos un taxi que nos llevó hasta Puerto Juárez por 150 pesos. Aunque el puerto puede parecer un poco intimidante, el taxista nos dejó directamente en la puerta, asegurándose de nuestra seguridad. Este puerto es el más económico para el traslado a las islas, y el taxista incluso nos dio su número de teléfono por si necesitábamos ayuda durante nuestro viaje. La amabilidad desinteresada de la gente en México realmente nos impresionó.

El ferry a Isla Mujeres costó solo 2 euros, y al llegar, nos dimos cuenta de que la isla está claramente orientada al turismo. Para moverse por el lugar, alquilamos un carrito de golf, una opción divertida y práctica. Los coches en la isla parecen ser mucho más respetuosos con los peatones que en la península, y los turistas también suelen conducir estos carritos. El alquiler de un carrito de golf nos costó 15 euros por todo el día, lo que nos permitió explorar la isla con total libertad, incluyendo una visita a la tortugranja


























El ayuntamiento de Isla Mujeres considera a la isla como un santuario ancestral para las tortugas marinas gigantes. En sus playas, estas tortugas encuentran el lugar perfecto para desovar. La isla se ha comprometido profundamente a proteger estos huevos, conservar a las tortugas cuando nacen, y prepararlas para su vida en libertad. La labor que realizan es admirable y esencial: crían a las tortugas jóvenes hasta que están listas para vivir solas en el mar.

Esta noble causa no solo destaca por su importancia ecológica, sino también por el impacto positivo en la conservación de estas majestuosas criaturas. Isla Mujeres ofrece oportunidades de voluntariado para aquellos interesados en contribuir a esta labor, brindando una forma maravillosa de involucrarse y aportar tu granito de arena a la protección de las tortugas marinas.







Si el tiempo no te permite participar en un voluntariado completo, aún puedes contribuir de una manera sencilla. Con tan solo un euro, puedes comprar comida para las tortugas y dársela en el centro de conservación. Es una forma accesible y efectiva de apoyar esta noble causa.

Para explorar la rica vida marina alrededor del Faro, reserva un tour de snorkel. El costo del tour es de 15 euros por persona e incluye comida. Sin embargo, nosotros optamos por probar un restaurante frente a la playa que habíamos visto al llegar. Disfrutamos de una exquisita mariscada para cuatro personas por 40 euros, con la bebida incluida.

Recuerda que en México es habitual dejar una propina del 20%. Este gesto es fundamental para muchos trabajadores de la industria turística, ya que una parte significativa de sus ingresos proviene de las propinas. Así que, no te olvides de dejar una buena propina para agradecer el servicio recibido.
































Un paseo por las calles de Isla Mujeres es una experiencia que no puedes perderte. Cada rincón de la isla tiene su propio encanto, desde los coloridos puestecitos de souvenirs hasta las tiendas de artesanías locales. La magia de sus calles te envuelve; perderse en ellas es la mejor manera de descubrir esos detalles únicos y rincones especiales que hacen de Isla Mujeres un lugar inolvidable.



El ferry de vuelta a la península está programado para las 18:00 horas, lo que te da tiempo más que suficiente para explorar y disfrutar de todo lo que Isla Mujeres tiene para ofrecer.


DÍA 7: CANCÚN CENTRO

Decidimos regresar al Mercado 28 para organizar el único tour que contratamos durante nuestra estancia: el viaje a Isla Contoy, programado para dentro de dos días. En el Mercado 28, encontrarás múltiples agencias que venden tours, así que es un buen lugar para asegurarte de no perderte ninguna experiencia.

Aprovechamos el resto del día para recorrer el centro de Cancún, siempre con precaución y evitando las calles menos seguras. En nuestro paseo, tuvimos la suerte de conocer a un amable local que nos enseñó el arte de cruzar calles al estilo mexicano. Aquí, los pasos de cebra son meramente decorativos, y la única manera de cruzar es con una combinación de astucia y valentía. Después de un par de intentos, te adaptas a este estilo de vida urbano y cruzar se convierte en una aventura emocionante.

La noche la dedicamos de nuevo a las Palapas, un lugar que nos conquistó con su ambiente vibrante y acogedor. La combinación de buena comida, música en vivo y la atmósfera animada de la plaza lo convirtieron en nuestro sitio favorito. Es de esos lugares que, una vez de vuelta en casa, echas de menos y te arranca una sonrisa cada vez que piensas en él.


DÍA 8: VALLADOLID

Para llegar a Valladolid, tienes dos opciones: en tour organizado o por libre. Nosotros optamos por la segunda opción, tomando un taxi hasta la estación de autobuses y luego subiéndonos a un cómodo autobús público. El viaje, de aproximadamente dos horas, fue muy agradable, con TV, WiFi, y hasta una azafata ofreciendo comida y bebidas.

Valladolid, apodada la "sultana de Oriente", debe su nombre a Valladolid en España, en un gesto de homenaje. Esta ciudad fue fundada con el objetivo de dominar la región y se destaca por su rica historia y encanto único.


En el siglo XIX, Valladolid vivió una época de agitación cuando los mayas expulsaron a la población blanca y a los mestizos. Más tarde, los españoles retomaron el control y desde entonces la ciudad ha disfrutado de una paz duradera. El corazón de Valladolid es la Plaza Central, conocida localmente como "La Mestiza". Aquí, la vida nocturna cobra vida con puestos callejeros que sirven platos típicos y donde se respira el ambiente vibrante de la ciudad. En la plaza se encuentran dos importantes puntos de interés: la Iglesia de San Servacio, de acceso gratuito, y el Palacio Municipal, también sin coste.

Para refrescarte del calor y la humedad, Valladolid cuenta con una variedad de cenotes escondidos en sus alrededores. Uno de los más accesibles es el cenote Zazi, situado en el centro de la ciudad. La entrada cuesta solo 1 euro, y te proporcionan una pulsera de papel para mantener el cenote en buen estado. Este cenote es casi desconocido para los turistas, por lo que puedes disfrutar de una experiencia tranquila. Con el calor y la humedad típicos de Valladolid, un chapuzón en este cenote se convierte en una parada imprescindible en tu visita.




No te pierdas la oportunidad de probar los platos típicos de Valladolid. Sus especialidades como la cochinita pibil, las tortas de lechón, el poc-chuc, la sopa de lima, los nepalinos y las pibihuas son auténticas delicias que deberías degustar. Aprovecha esta ocasión, ya que puede que no tengas otra oportunidad de saborearlas. Si te interesa llevarte un pedacito de Yucatán a casa, visita el mercado de comida tradicional en la Plaza Central. Allí encontrarás ingredientes frescos para preparar tus propios platillos yucatecos y podrás disfrutar de refrescantes aguas de sabores locales.
































Desde Valladolid, tienes varias opciones para explorar la región. Puedes visitar la Zona Arqueológica de Ek Balam o la impresionante Chichén Itzá, una de las 7 maravillas del mundo. La entrada a Chichén Itzá cuesta poco más de 250 pesos. Si te queda tiempo, considera hacer una excursión a Cobá, una antigua ciudad maya ubicada a poco más de 60 km de Valladolid, con una entrada de 60 pesos.



DÍA 9: ISLA CONTOY

Este día lo dedicamos a una excursión muy especial, a la Isla Contoy, un destino que solo se puede visitar mediante tours organizados. Para llegar allí, tomamos un taxi hasta la estación de autobuses, y desde allí, un segundo taxi (incluido en el precio del tour) nos llevó al puerto. En el puerto, disfrutamos de un desayuno mientras esperábamos la salida del tour, que organizó a todos los participantes para embarcar en los botes.

Isla Contoy es un santuario natural, con una longitud de 8,75 km y un ancho de 500 metros. Desde 1998, es un Parque Nacional, y su acceso está restringido a solo 200 visitantes diarios, lo que ayuda a preservar su entorno virgen. La isla no tiene electricidad corriente y solo alberga a los guardianes del parque y a los investigadores.

A nuestra llegada, se registraron nuestras entradas y salidas, y luego tuvimos libertad para explorar la isla, disfrutar de sus playas y relajarnos. El precio del tour incluye comida y barra libre de bebidas. En la tarde, el tour nos llevó a Isla Mujeres, donde pasamos el resto del día.

Durante nuestra estancia en Contoy, tuvimos la suerte de ver un pez luna, una manta raya y un pequeño tiburón, además de numerosos cangrejos ermitaños y grandes lagartos. La isla es un lugar ideal para desconectar, relajarse y sumergirse en la belleza natural del Caribe.



Isla Contoy


Isla Contoy


DÍA 10: TULUM

Tulum es conocida por sus impresionantes ruinas mayas, excelentemente conservadas y situadas a la orilla del mar, lo que la convierte en un destino costero de gran atractivo turístico. Esta ciudad ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y sus restos arqueológicos, junto con la playa cercana, la hacen un lugar único.

Para llegar a Tulum, tomamos un taxi hasta la estación de autobuses y compramos billetes para el viaje, que costaron 10 euros por persona. El trayecto duró aproximadamente 3 horas.

En Tulum, no te puedes perder las ruinas mayas, que ofrecen vistas impresionantes del Caribe. Además, explora las calles llenas de puestos de artesanías locales. Si el tiempo lo permite, disfruta de un refrescante baño en la Playa del Paraíso, ubicada justo debajo del acantilado donde se encuentran las ruinas.





DÍA 11: MERCADO 28 y TATTOO

Aprovechando nuestro último día, decidimos regresar al Mercado 28 para hacer las últimas compras de souvenirs y algo de ropa. Es uno de esos lugares que, por muchas veces que lo visites, siempre te ofrece nuevas sorpresas y rincones por descubrir. El Mercado 28 tiene una energía única que hace que cada visita sea una experiencia distinta, y nos encantó terminar nuestro viaje allí, llevándonos un pedacito de Cancún con nosotros.




Comimos en el mismo restaurante donde lo habíamos hecho el primer día de nuestra llegada. Pancho, el camarero, aún nos recordaba. No sorprende, considerando que los turistas que pasan por allí no son tantos.

Por la tarde, reservamos un momento especial para hacernos el tatuaje que siempre elegimos como recuerdo de nuestros viajes.




Conclusión personal:

México es un país que deslumbra con su cultura fascinante y la calidez de su gente. Durante nuestro viaje, tuvimos el privilegio de sumergirnos en su rica tradición y su estilo de vida auténtico. Nuestro consejo final es este: no te limites a la comodidad de un hotel de lujo con todo incluido ni a un turismo de sol y playa. Permítete ser cautivado por la magia que se encuentra en cada rincón de México. Es un país que, con su encanto y diversidad, deja una huella imborrable, y aunque no pudimos explorar cada uno de sus tesoros, nos llevamos un pedazo de su esencia en el corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario